miércoles, 20 de marzo de 2013

Una reflexión por el día Internacional de la Felicidad.

Hoy es el día internacional de la Felicidad y yo me hago a mí mismo la pregunta, ¿qué es exactamente la felicidad? 
Voy al diccionario y la definición es: estado de ánimo del que se disfruta lo que sea.
Voy a Wikipedia y dice: estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior y un enfoque del medio positivo. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría. 

Ahora reflexiono lo siguiente: entonces, al ser la felicidad un estado de ánimo en el que disfruto de lo que sea y que se produce en mi persona cuando creo haber alcanzado una meta deseada, podría ser que durante el día pueda tener estados de felicidad y de no felicidad, una y otra vez, y así muchas veces.

Estos conceptos definen muy bien lo que la mayoría de nosotros entendemos por felicidad, también definen muy bien la manera en como actuamos hacia la felicidad. Dependiendo de nuestro estado emocional, nos imponemos metas para hacernos "felices" y en muchos casos dejamos que la sociedad y los medios de comunicación con su publicidad tendenciosa y exagerada nos impongan estas metas.

Si tomamos como correctos estos conceptos entonces la felicidad depende de situaciones o cosas externas a mí, que aunque yo me las impuse, no son parte de mí.

Para mí el concepto de felicidad es el siguiente: el mismo estado de ánimo en el que disfruto todo, solo que este estado depende únicamente de mi decisión de tenerlo, no de que logre una meta o no. Finalmente en el tiempo, el lograr la meta me dará un estado de ánimo de felicidad, por un momento determinado, únicamente al lograrla, una vez pasado este momento, esa meta pierde validez y continuar disfrutándola es lo mismo que regresar al pasado para ser felices.

Pienso que para lograr la felicidad plena, sin fluctuaciones, es importante tomar la decisión de tenerla y esta deberá venir de mi mismo, eso si, hacer evaluaciones y trazarnos metas sería muy bueno, solo que estas nos deben servir simplemente para saber donde comenzamos y hacia donde debemos caminar y de ahí simplemente disfrutar el caminar, la meta realmente deja de importar, aunque seguramente siguiendo este concepto llegaremos por el simple hecho de disfrutar el camino sin ver la meta.

Saludos.

Trazende.


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